Dadaísmo

El movimiento dadaísta tuvo su origen en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza, en el año 1916, donde se reunían un grupo de artistas, poetas, pintores, escultores e intelectuales, que se refugiaron del conflicto social y político que trajo consigo la Primera Guerra Mundial.

Fue en este mismo año, el 14 de julio,  que Hugo Ball leyó en el restaurante Zunfthaus zur Waag en Manifiesto Dadaísta, como la primera propuesta de antimanifiesto que no pretendía estructurar un programa detallado:

Imagen de: Freepng.es

“El texto era un desafío al pasado, hablaba de la necesidad de renunciar al convencionalismo, de una guerra Dadá sin fin, del universalismo de Dadá y también explicaba lo que Dadá no debería ser: hacer de Dadá una tendencia en el arte significaría anticipar complicaciones. Todo tenía que ser destruido para que Dadá pudiera aparecer, el dadaísmo del Cabaret Voltaire negaba el sentido común, la opinión pública, la educación, las instituciones, los museos y el buen gusto. Este fue el primer manifiesto de los dadaístas, pero no el más célebre (Vlad, 2009, p.277).

Después de esta faceta inicial apareció el nombre de Tristán Tzara en escena, en el año 1918, cuando Hugo Ball abandonó Zúrich, y comenzó a vincularse con artistas de este movimiento. De hecho fue Tzara quien acuñó el término para denominar a este movimiento.

“En julio de 1917, bajo la dirección de Tzara, el dadaísmo era lanzado oficialmente como movimiento total, con su propia editorial, manifiestos y campaña de promoción. Tzara era un organizador incansable, un verdadero vanguardista al estilo de Marinetti, y al final, con la ayuda de Picabia y Serner, fue apartando el dadaísmo de las ideas originales del Cabaret Voltaire, de lo que Elderfield denomina acertadamente «el primitivo equilibrio de construcción-negación», y acercándolo a la osadía de un anti-arte” (Auster, 1975, p.9).

Se puede decir, entonces, que si bien Tzara le otorgó al Dadaísmo su identidad, lo cierto es que se alejó del propósito moral que Ball había perfilado. Es por eso que el movimiento dadaísta se dividió en dos facciones, por un lado estaba el grupo alemán conformado por Huelsenbeck, George Grosz y los hermanos Herzefelde, con un enfoque eminentemente político, y por el otro estaba el grupo de Tzara, que se trasladó a París en 1920, ejerciendo un anarquismo estético que poco a poco se fue transformando en una especie de Surrealismo.

Características artísticas

Lo primero que se debe de entender sobre el dadaísmo es que fue un movimiento artístico, bastante breve, que tuvo como principal objetivo manifestarse en contra del resto de escuelas: modernismo, expresionismo, cubismo, futurismo y abstraccionismo.

“Una transformación de la idea del arte, un choque de violencia física al espectador para producir procesos de pensamiento, pero para eso hay que afectar el estatuto de arte vigente y es por medio de la forma que se disloca la mirada, se trata de un principio formal. El artista dadaísta ya no es un creador de manera tradicional, el lenguaje del cual se apropia está fuera de su contexto cotidiano y es obligado a significar varias cosas a la vez” (Burgos, 2009, p.13).

Esto quiere decir que el arte dadaísta se manifiesta sin la pretensión de un contenido, pues la forma va desplazando al argumento hasta eliminarlo por completo. De ello se deriva que los artistas dadaístas rechacen todo tipo de fundamentos y valores narrativos o figurativos para centrarse en la producción de formas.

“Ahora el lugar del arte se ha consolidado como otro en la historia, el discurso y la obra empiezan a ser uno mismo, la forma es lo que importa, el arte Dadá es escenario de la exploración formal, ahora hay una fractura de la unidad orgánica, el arte ha sido revolucionario en la era de su muerte porque ha destruido el carácter orgánico de la obra y le ha dado otro lugar: el inorgánico, el fragmentado” (Burgos, 2009, p.16).

Este nuevo énfasis en la forma hace que los valores plásticos adquieran nuevas formas, por lo que la línea estética se manifiesta como una serie de proyectos inconexos que fusionan todas las artes para crear nuevas sensibilidades. De ahí que los materiales también sean bastante dispersos y que se combinen para formar métodos artísticos alternativos como la escultopintura, el collage poético o los fotomontajes.

Marcel Duchamp (1887- 1968)

Fue un pintor francés muy importante para el movimiento dadaísta, pues cuestionó los parámetros artísticos, eminentemente rígidos, desde una postura tan racional y crítica que los mismos cánones modernos se convirtieron en temas de fuerte escrutinio y negación, en lo que se refiere a los ejes temáticos de las obras artísticas y los motivos de creación.

Marcel Duchamp expresa su opinión al respecto en una entrevista que le hace Pierre Cabanne en 1966, cuando fue de visita a su taller de Neuilly, transcrita en un texto llamado Entretiens avec Marcel Ducham (Conversaciones con Marcel Duchamp):

“Al no seguir la corriente que imperaba en ese momento, molestaba mucho a las personas que veían en ello una oposición a lo que estaban haciendo, una rivalidad, si usted quiere; pero en realidad, no había tal cosa. Eso existía únicamente para Breton y su grupo, debido a que no se daban cuenta de que se podía hacer algo distinto a lo que se hacía en aquel momento” (Ducham , 1967, p.10).

Marcel Duchamp (1920). Fresh Widow.
Foto de: The Metropolitan Museum of Art (MET) (2020)

El estilo artístico de Ducham consistía en una división de los conceptos de originalidad y creatividad, de ahí que en las ideas artísticas haya creatividad mas no originalidad. Por ello, sus obras muestran ese matiz lúdico que va en consonancia con su interés por destruir todo parámetro estético tradicional y convertir el concepto de obra en nociones de trabajos creativos y juegos artísticos, prueba de ello son sus famosos ready-made:

“Dependía del objeto; generalmente era preciso defenderse del look. Es muy difícil elegir un objeto debido a que, al cabo de quince días, uno acaba apreciándolo o detestándolo. Se debe llegar a una especie de indiferencia tal que uno no posea emoción estética. La elección de los ready-made está siempre basada en la indiferencia así como en una carencia total de buen o mal gusto…” “Mediante el dibujo mecánico que no soporta ningún gusto puesto que está al margen de todo tipo de convención pictórica” (Ducham , 1967, p.38).

A pesar de que Ducham tenía la capacidad de transformar cualquier objeto en una pieza artística desinteresada de todo significado, es evidente la presencia de un elemento temático asociado a la mujer y el erotismo, especialmente en su transición del Dadaísmo al Surrealismo:

“Dentro de su reflexión artística tuvo siempre una constante: la mujer. Esta imagen la vemos recreada en varias facetas de su vida; en los bocetos y dibujos de infancia, en los retratos a su hermana Susanne y en sus más relevante obras artísticas” (Valdebenito, 2010, p.56)

Sus principales obras son Bottlerack (1914), Bicycle Wheel (1913), Network of Stoppages (1914), With Hidden Noise (1916), Glider Containing a Water Mill in Neighboring Metals (1915), Nine malice moulds (1915), Apolinere Enamelled (1916), In Advance of the Broken Arm (1915), Fountain (1917), Hat Rack (1917), To Be Looked at (from the Other Side of the Glass) with One Eye, Close to, for Almost an Hour (1918), Rotary Glass Plates (Precision Optics) (1920), Fresh Widow (1920), L.H.O.O.Q, Mona Lisa with moustache (1919), 50 cc of Paris Air (1919), Why not Sneeze, Rose Sélavy (1921), Disks Bearing Spirals (1923), The Bride Stripped Bare by her Bachelors (1915- 1923), Rotary demisphere (1925), The Brawl at Austerlitz (1921) y Please touch – Cover design for «Le Surréalisme» (1947).

Man Ray (1890- 1976)

Fue un pintor y fotógrafo estadounidense que cultivó tanto el Dadaísmo como el Surrealismo. Además, fue fundador del grupo neuyorkino.

La producción artística de Man Ray estuvo dominada por una fuerte inclinación hacia la fotografía y la composición cinematográfica. Al igual que Marcel Duchamp, deseaba destruir los parámetros estéticos que delimitaban al arte moderno, de ahí que buscara otras alternativas fuera de los materiales convencionales como el pincel y la pintura.

“El acercamiento de la foto a las artes plásticas a través del movimiento denominado “pictorialismo” produjo una mirada radicalmente renovada sobre los usos de la fotografía, llevando a los fotógrafos a la experimentación bien con nuevas técnicas como la goma bicromatada; bien con el uso de materiales como pinceles, rascadores o viejos objetivos que dejaban borrosa la imagen en los bordes; o efectos de desenfoque o lluvia, temblor de la cámara o el deseado efecto vaporoso en forma de flou afirmado en una luz expresiva y concluyente” (Molano, 2018, p.36-37).

Man Ray entra al mundo de la fotografía en 1908 y a partir de ese momento comenzó a experimentar sus posibilidades. Pasó de la forma, el color, la dinámica del movimiento y la simultaneidad que le proporcionaba la dimensión sinematográfica, sintetizado en una especie de collage que plasmaba cierto ritmo y contrasta visual, hasta la percepción de la imagen como un objeto interpuesto con el procedimiento de la Rayografía.

“Hay un compromiso del autor por hacer de la creación artística un acto esencialmente mental, una condición del espíritu: separando la imagen de su figuración mimética, ésta va al encuentro de un objeto poético que se deshace de su peso, de su volumen, de su materialidad y de sus usos ordinarios (F1), para convertirse en luz. Y en sombra” (Molano, 2018, p.42).

Entre sus obras más importantes se pueden destacar Return to Reason (1921), The Coat Stand (1920), The Enigma of Isidore Ducasse (1920), The Gift (1921), Rrose Selavy alias Marcel Duchamp (1921), Portrait of Rose Sélavy (1921), Tristan Tzara (1921), Rayografía (El beso) (1922), Indestructible Object (1923), Kiki de Montparnasse (1922), Peggy Guggenheim (1924), Ingre’s Violin (1924), Black and White (1926), Photo De Suzy Solidor, La Fille Aux Cheveux De Lin (1929), Woman with Long Hair (1929), Primacy of Matter over Thought (1929), Prayer (1930), André Breton (1930), Veiled Erotic Meret Oppenheim (1933), The Kiss (1935), Dora Maar (1936), Me, She (1934), Observatory Time: The Lovers (1936) y Juliet et Margaret.

Francis Picabia (1879- 1953)

Fue un pintor francés que se dedicó enteramente al desarrollo del dadaísmo pictórico. El estilo dadaísta de Picabia es más una continuación del Futurismo, pues sus pinturas manifiestan la misma temática industrial y mecánica sólo que con la variante de un matiz absurdista que descuida el concepto y la funcionalidad práctica del objeto dibujado.

“Picabia, Man Ray y el grupo de Nueva York. Otro foco dadaísta fue durante algunos años Barcelona, otra ciudad “neutral” donde Picabia publicó cuatro números de su revista 391 en la que muestra sus dibujos de esquemas mecánicos y de objetos fielmente copiados como una hélice o una lámpara eléctrica” (Hernández, 2014, p.278).

Poco a poco su técnica se sumió en una etapa onírica hasta desembocar en los primeros matices de su nueva faceta surrealista. En estos momentos la pretensión de su arte es “sintetizar los conceptos, hasta entonces contradictorios, de sueño y realidad en una realidad absoluta, en una “surrealidad” (Hernández, 2014, p.269).

A pesar de que su trayectoria en este movimiento fue corta, se pueden mencionar algunos de sus trabajos que destacan por su alto nivel de originalidad: Daughter Born without Mother (1917), Very Rare Picture of Earth (1915), Machine Turn Quickly (1917), Love Parade (1917), The Child Carburetor (1919), Balance (1919), Optophone I (1922), Spanish Night (1922), Junelle (1921- 1922), The wing (1922), Animal Trainer (1923), Untitled (The Three Graces) (1969) y A Night at Saint Jean.

Jean Arp (1887- 1966)

Fue un pintor, escultor y poeta francoalemán perteneciente al grupo de dadaístas de Zurich, seguidor de la línea estética que propuso Tristan Tzara. No obstante, es un artista bastante difícil de clasificar, no sólo por la diversidad de sus métodos artísticos sino por los dilemas geográficos a los que se enfrenta.

“Nacido en 1886 en una Alsacia que por entonces era territorio alemán, primeramente se llamaría Hans y luego oscilaría, en definitiva, entre la lengua francesa y la lengua alemana, las artes plásticas y la escritura: se trata de un vaivén (una oscilación voluntaria, un intercambio) y no de una vacilación o de virajes” (Fauchereau, 2006, p.5).

Con el tiempo Jean Arp se convirtió en uno de los más importantes grabadores y dibujantes abstractos de su época, especialmente porque su obra era una síntesis del concepto Dadá, un conjunto de trabajos artísticos que pretendían burlarse de los acontecimientos de la guerra y de todos aquellos parámetros sociales y estéticos que pretendían imponerse a la ruptura y el desarrollo de un nuevo arte.

“Arp también disfruta de lo que llama «las leyes del azar» en sus dibujos automáticos y sus collages ejecutados fijando papeles recortados que deja caer sin premeditación. Es la época en la que crea algunos notables relieves en madera policroma como Flor-martillo o Torso ombligo en madera natural” (Fauchereau, 2006, p.8).

Como muchos otros dadaístas, Arp experimentó con diversas modalidades de expresión en una multiplicidad de materiales, desde pinturas y collages en superficies planas hasta objetos texturizados y figuras tridimensionales hechas de madera. Finalmente, incurrió en el surrealismo y se adentró en esta nueva corriente que terminó por opacar toda la construcción antiestética de la década anterior.

Sus principales obras son Before my Birth (1914), Geometric Forms (1914), Geometric Collage (1916), Squares or Rectangles arranged according to Laws of Change (1916- 1917), Illustration for Tristan Tzara’s «Vingt-cinq poèmes» (1918), Illustration for Tristan Tzara’s «Vingt-cinq poèmes» (1918), Shirt Front and Fork (1922), TORSE (1931), According to the Laws of Chance (1933), Christ on the Cross II y Hitler.

Marcel Janco (1895- 1984)

Fue un pintor y arquitecto rumano que, al igual que Jean Arp, grupo de dadaístas de Zurich. Su estilo artístico se caracteriza, esencialmente, por una particular dualidad entre sus percepciones individuales y lo que era puramente catalogado como un arte dadaísta.

“Mi querido Janco, ¿todavía cantas con una risa feroz la diabólica canción del molino de Hirza-Pirza sacudiendo tus rizos de gitano? No me he olvidado de las máscaras que fabricabas para nuestras «manifestaciones Dadá». Eran terroríficos y, generalmente, recubiertos de rojo sangre. Con cartón, papel, crin, alambre y telas confeccionabas tus fetos lánguidos, tus sardinas lesbianas, tus ratones en éxtasis. En 1917 Janco ejecutó obras abstractas cuya importancia no hizo sino crecer. Era un hombre apasionado que tenía fe en la evolución del arte” (Fauchereau, 2006, p.156).

Marcel Janco es más reconocido como un animador y sustentador del movimiento dadá pues, si bien se empapó de los planteamientos ideológicos de este movimiento, lo cierto es que su estudio lo condujo al desarrollo y ejecución de obras abstractas que lo impulsaban a visualizar la evolución del arte.

De todos sus trabajos artísticos se pueden destacar Euphoria Dada (1917), Mask for Firdusi (1917- 1918), Trophé (1918), Untitled (Mask, Portrait of Tzara) (1919), Mask (1919), Abstract Construction y Abstraction.

Raoul Hausmann (1886- 1971)

Fue uno de los artistas más destacados del movimiento dadaísta, al menos dentro del campo del fotomontaje, debido al impresionante ritmo gráfico que tenían sus collages experimentales; verdadera esencia del arte mediático y de la la inclinación publicitaria y propagandística de este movimiento.

“Sin duda, el dadásofo ofrece en la práctica ejemplos emblemáticos de este valor de fragmentación, de la imagen literalmente rota en pedazos por el corte mecánico. Es el caso del fotomontaje reproducido en su panfleto Cine sintético de la pintura de 1918: un foto-encolado-montaje que se funde con la particular concepción  de Hausmann del poema létrico y optofonético ya expresada en su poesía sonora. En él, recorta en tres trozos la fotografía de su rostro, inscribiendo el más expresivo de ellos, su boca abierta gritando, en una «o» tipográfica de efecto visual y «sonoro»” (Bravo, 2010, p.157).

Raoul Hausmann (1920). ABCD.
Foto de: The Metropolitan Museum of Art (MET) (2020)

Lo anterior es, sin duda, una fiel muestra de la pretensión artística del movimiento dadaísta alemán, pues es en este mismo razonamiento de la fragmentación donde se puede observar la ruptura con una realidad aparente que permanece estática. El fotomontaje dadaísta utiliza el valor de la fragmentación como otro mecanismo de oposición a los parámetros estéticos de las escuelas vanguardistas, es decir, la destrucción de la unidad de la obra como un acto de rebeldía.

“Su empleo del material fotográfico consistía –y en esto fueron los primeros [los dadaístas] en la consecución, a partir de elementos contrapuestos en el espacio, de una nueva unidad que fuera capaz de arrancar al caos de la guerra y la revolución un nuevo reflejo óptico e ideológico… A partir de fragmentos de distintas fotografías individuales, los dadaístas intentaron crear una nueva imagen coherente, a pesar de la confusión y el caos planteados” (Bravo, 2010, p.159).

Sus principales obras son Fonema poético (1918), Der Dada (1919), El crítico de arte (1919), Autorretrato del Dadásofo (1920), Collage (1920), El espíritu de nuestro tiempo (1920), Elasticum (1920), Autorretrato (1921), P (1921), Postcard to IK Bonset (1921), Los hombres son ángeles y viven en el cielo (1922), Poster for the Soirée du Coeur à Barbe at the Théâtre Michel (1923), Melanografía N° 3, In de stijl van, Nos Dames de Paris y Fotomontaje.

Kurt Schwitters (1887- 1948)

Fue un pintor, escultor y artista alemán que, al igual que Raoul Hausmann, se dedicó al desarrollo y perfeccionamiento del collage dadaísta. No obstante, su trabajo no se enfocó en el fotomontaje sino que, por el contrario, se decantó por los valores más artesanales de este arte pues sus trabajos son una combinación de todo tipo de materiales.

“La esencia del arte no está determinada por una autoridad exterior, la belleza que encontramos en una roca, en una formación de nubes, en un paisaje o en un rostro humano no es una belleza limitada: es arbitraria, y aunque sepamos que unas leyes físicas determinan la forma y el crecimiento de todas las cosas, el ojo ve solamente su aspecto exterior y crea una composición a partir de estas formas y colores, selecciona los elementos que atraviesan rítmicamente el cerebro del artista y solamente se fijan cuando éste ha conseguido una emoción auténtica” (Mail, 2008, p.52)

Lo anterior hace referencia al concepto artístico de Kurt Schwitters, totalmente asistematizado, pues para este artista la belleza y el arte puro sólo se encuentra en la imperfección; un digno retrato de la naturaleza del mundo. Este reflejo de una realidad puramente orgánica también obedece a las tendencias políticas de este movimiento y sus intereses políticos, ya que un arte ordenado y pulcro sólo puede ser del gusto servil de los burgueses.

Sus principales obras son The And-Picture (1919), Cherry Picture (1921), Santa Claus (1922), Aphorism (1923), Merzbau (1923- 1937), Lofty (1947), The Clown (1947), For Kate (1947), Relief in Relief (1945), (Difficult) (1942- 1943), Hitler Gang (1944), Chicken and Egg (1946), Heavy Relief (1945), The Holy Night by Antoni Allegri, known as Correggio… (1947), The Spring Door (1938), (Pino Antoni) (1933- 1934), Merzpicture with Rainbow (1939), Untitled (D’Cily) (1942), Merzbild Alf (1939) y Small Sailors’ Home (1926).

Referencias

Vlad, C. (2009). Dadá: Bucarest, Zúrich, París: una historia del Dadaísmo. Quintana. Revista de Estudos do Departamento de Historia da Arte, Volumen 8, 271-279.
Auster, P. (1975). Huesos Dadá. España: Editorial Titivillus.
Burgos, G. (2009). El Dadaísmo: la obra de arte total como solución plástica . Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.
Cabanne, P. (1967). Conversaciones con Marcel Duchamp. España: Editorial Titivillus.
Valdebenito, C. (2010). Marcel Duchamp: Apariencia desnuda. Analecta Revista de Humanidades, Volumen 4, 51-70.
Molano, M. (2018). L’objet Trouvé o la sombra del objeto encontrado Revista científica de cine y fotografía, Volumen 16, 35-49.
Hernández, S. (2014). La influencia de la inherencia dadaísta en la vertebración de principios creadores en diseño gráfico. Poliantea, Volumen X, 261-288.
Fauchereau, S. (2006). Jean Arp retrospectiva 1915 .1966. Círculo de Bellas Artes: Ediciones Exposiciones.
Bravo, N. (2010). Sobre el fotomontaje dadá. Revista NORBA-ARTE, Volumen XXX, 153-172.
Mail, M. (2008). Jack Bilbo y Kurt Schiwitters: La Isla de Man y la Modern Art Gallery. 2020, de MerzMail Sitio web: http://www.merzmail.net

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