Arte neoimpresionista

El Impresionismo puro que había encontrado auge con la figura de Monet, nunca fue particularmente recibido. La oposición al romanticismo no encontró cabida en todos los países europeos y se limitó, esencialmente, a Francia y España. El movimiento no duró mucho sin recibir duras críticas sobre su estática esencia, tantas que para 1882 los fieles seguidores del impresionismo puro comenzaban a dudar su estilística y se apartaban de las fieles técnicas.

La nueva ola del Impresionismo buscaba desapegarse de los parámetros estrictos de la representación propia del Impresionismo puro. “Los neoimpresionistas hacen un impresionismo científico. No dejan al instinto la separación cromática o análisis de color, típica del Impresionismo, sino que lo codifican y reglamentan según las más modernas leyes de la óptica” (Ballesteros, 2014, p. 17)

El Neoimpresionismo no se dejó guiar únicamente por el instinto, sin embargo, no negó el movimiento que le antecedió como lo hicieron varias corrientes europeas de la época. Esta variante rechazaba fuertemente el carácter realista del Impresionismo puro y sustentaba el valor de su subjetividad a partir de técnicas de enfoques, tonos, iluminación y color.

Esta corriente artística ha sido vinculada fuertemente con la ideología política del anarquismo. En los últimos años del siglo XX, una sociedad de artistas independientes liderados por Seurat lanza un manifiesto neoimpresionista, donde plantearon retomar la armonía de la imagen y concederle valor a todas las proporciones y técnicas del cuadro, aunque estas se presentaban con un valor individual, originando el divisionismo. La mayoría de estas obras no ejemplificaba un hecho con inclinación política, dejando abierta la posibilidad de otorgar ese tipo de interpretaciones, aunque el contenido político en estas obras siempre ha sido motivo de controversia entre historiadores y críticos. “La equivalencia entre el tamaño parecido de las pinceladas y la dimensión correspondiente de figuras humanas que conforman un tejido social sin clases, pero con voluntad colectiva)” (Peran, 2016, p. 73)

Los cierto es que el método impresionista es amplio y las técnicas utilizadas por los pintores de esta época son diversas, sin embargo, resaltan algunos aspectos en común desde el rechazo del realismo. Los escenarios son cotidianos y proliferan las multitudes sobre los retratos o cuadros individuales.

“El mercado capitalista, en el neoimpresionismo, nos regala el primer movimiento estético de neutralización de la realidad, de la modernidad del liberado, pero frustrado individuo de la sociedad burguesa. Así lo vivieron los pintores neoimpresionistas y con gran belleza lo pintaron.” (Bernal, 2012, p. 33)

Autores

Autorretrato de Paul Signac (1927)

Paul Signac

Signac fue uno de los precursores del movimiento neoimpresionista, aunque siempre se mantuvo a la sombra de Georges Seurat a pesar de que era uno de sus principales seguidores e íntimo amigo. Signac era un pintor relativamente joven y se enfrentó al Impresionismo puro al ingresar a los colectivos de artistas independientes. Sin embargo, no tuvo problema en ser rápidamente aceptado por los seguidores impresionistas ya que estos comenzaban a desarrollar un profundo rechazo por el realismo tradicional e iniciaban a buscar una nueva línea técnica.

La pintura de Signac tenía el mismo método de las obras de Seurat, las cuales se orientaban a la óptica del color. El estilo de Signac se divide en dos temporalidades, antes y después de la muerte de Seurat.

“Hasta la muerte de Seurat en 1891, Signac, al igual que su amigo, combina composiciones figurativas (La Salle à manger, Un Dimanche), con paisajes y marinas pintados en Bretaña y en el Midi, pues era un marino apasionado por los veleros, exponiendo regularmente en los salones de los Independientes y en el XX, en Bruselas.” (Belli, 2001, p. 2)

En sus últimos años Signac se centra en el equilibrio de su obra sobre la emoción, aunque su trabajo disminuye conforme los años. Entre 1909 a 1935, año de su muerte, mantiene el cargo de presidente de la Sociedad de Artistas Independientes.

Belli (2001) exalta la delicadeza de la técnica de Signac citando al pintor Rysselberghe «Siempre siento una emoción de pintor ante los cuadros de Signac; me gusta observarlos de cerca y de lejos. Hay allí juegos de colores que encantan cual felices conjuntos de piedras preciosas y que son propios de él.» (p. 2)

Georges Seurat

El puntillismo de Seurat
El jardinero 1882-1883

Sin duda alguna el pintor más reconocido del Neoimpresionismo es Seurat. Fue un pintor que le daba prioridad al dibujo inicial para poder desarrollar sus obras. Seurat se involucró en el movimiento impresionista desde sus inicios, formando parte de museos ambulantes que seguían las obras de Monet, Renoir, Sisley, Pissarro, entre otros. Sus amistades le permitieron incursionarse en el medio del arte francés, donde se condensó el movimiento impresionista. Sin embargo, a diferencia de su amigo Signac, Seurat con el paso de los años se comenzó a aislar del medio social y predominaba en él un fuerte individualismo.

Los colectivos artísticos del Impresionismo eran sumamente diversos y no seguían una coherencia establecida o parámetros estrictos; esto ayudó a que las técnicas comenzarán a variar haciendo que las obras de Seurat protagonizaran varias exposiciones independientes.

«Su obra tiene rasgos de la influencia realista que hizo sentir intensamente al Impresionismo: la génesis de un naturalismo suficientemente complejo y sensible para absorber la imagen deformada por la luz. Pues Seurat fue un individualista, un lector; además de amar la literatura, asimiló libros sobre historia del arte y técnicas plásticas y pudo observar que su conocimiento de Charles Blanc no era igualado” (Kahn, 1971, p. 57)

Seurat es particularmente recordado por impulsar el puntillismo en el medio del arte impresionista. Su ideología se mantuvo en lo racional y su técnica buscaba cierta exactitud en la pintura. A pesar de que el Neoimpresionismo está estrechamente ligado con el rechazo al realismo, Seurat rescató fielmente la sensación de movimiento que provocaban los cuadros del Impresionismo puro.

“El Neoimpresionismo apenas sustituye la simetría con una barrera ondulante. Seurat resolvió esta dificultad al concebir su marco, asombrosamente para sus colegas, como MalIarmé imaginó una colección de poemas: compuesta de fragmentos no constituiría un libro: con espléndida maestría, prefería incluir en una caja los poemas en hojas sueltas.” (Kahn, 1971, p. 58)

En sus años de madurez entabló relación con Paul Signac, quien fue uno de los primeros pintores en tratar de seguir el legado de Surat. Con la fama de su nueva técnica se consolidó la escuela de puntillismo, la cual se encargó de expandir el movimiento neoimpresionista llamando la atención de diversos autores, entre ellos, uno de los máximos representantes del Impresionismo puro, Camille Pissarro.

Camille Pisarro

La influencia del Neoimpresionismo en Pissarro
Una lavandera en Éragny (1893)

Pisarro era uno de los nombres más reconocidos en el arte impresionista junto con grandes autores como Degas y Monet. A pesar de nacer en Dinamarca, su desarrollo como artista se consolidó en Francia, cabe recalcar que el movimiento impresionista tuvo su centro en la sociedad parisina.  

Sin embargo, en 1884 Pissarro conoce a Seurat y Sinac quienes lo inspiran a incursionarse en la pintura neoimpresionista. A pesar de que Pissarro es principalmente reconocido por su papel en el Impresionismo puro, gracias a su intervención con las nuevas corrientes artísticas el Neoimpresionismo logra florecer en diversos grupos pictóricos. Su renombre ocasiona que el puntillismo de Seurat se expanda por Francia, aunque esta decisión le costara el apoyo económico de Durand-Ruel, quien costeaba varios de sus proyectos, durante ocho años.

Estos sucesos provocan que el arte de Pisarro oscile entre el Impresionismo puro y el Neoimpresionismo originando un estilo único que trata de implementar ambas técnicas.

“Pero en vez de desarrollar un auténtico estilo puntillista, pinta ayudándose de trazos con forma de comas cruzadas que separa para dar un efecto puntillista. Aunque el pintor abandona a continuación sus experimentos artísticos, lo cierto es que seguirá utilizando sus trazos en forma de comas cruzadas, pero en un estilo puramente impresionista” (Wauthion, 2017, p. 29)


Referencias

Ballesteros, E. (2014). Historia universal del arte y la literatura: el Impresionismo. España: Editorial Titivillus.
Belli, G. (2001). Neo-impresionismo francés y divisionismo italiano. Le revue de museé d’Orsay, 12. Recuperado de https://www.musee-orsay.fr/es/eventos/exposiciones/en-los-museos/exposiciones-en-el-museo-de-orsa/article/paul-signac-1863-1935-4175.html?cHash=ad3538eaaf
Bernal, H. (2012). La explicación de la pintura del Impresionismo. Revista Redylac, 33 (1). Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18123129004
Kahn, G. (1971). Georges Seurat. The Darwings of Georges Serat. New York. Dover Publications.
Swartz, J. (2016). El neo-impresionismo y la anarquía: prefiguraciones de un compromiso político. España: Universidad de Barcelona. Recuperado de http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/106043/1/TFM%20Swartz%20Jeffrey.pdf
Wauthion, T. (2017). Camille Pissarro: el patriarca del impresionismo. España: Editorial Ririvillus.
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